Estos pocos ejemplos de genealogías proclaman que Dios sabe todo acerca de nuestra familia, y las listas de cosas nos dicen que Dios se preocupa incluso por lo que los demás podrían considerar “insignificante”. Jesús dijo que Dios cuida a los gorriones y hasta cuenta nuestros cabellos (Luc. 12:6, 7).