Dios es el Creador de todas las cosas y ha revelado, por medio de las Escrituras, un registro auténtico de su actividad creadora. El Señor hizo en seis días «los cielos y la tierra» y todo ser vivo que la habita, y reposó el séptimo día. Seguidamente, el Creador estableció el sábado como un monumento perpetuo de la finalización de su obra creadora.